martes, 29 de marzo de 2016

MUSEO AL-ISCAR. La Apoteósis de Hércules. Cuadro que vamos a pintar en clase durante este curso 15-16.


Contenido histórico de la pieza. 

La Apoteósis de Hércules
PACHECO DEL RÍO, Francisco 1604 

El techo pintado por Francisco Pacheco, maestro y suegro de Diego Velázquez, en el antiguo “Camarín Grande” de la Casa de Pilatos es una obra muy bien documentada como explica Vicente Lleó en el libro que lleva por título el nombre del palacio sevillano. Este gran temple sobre lienzo aparece en su tratado  “Arte de la pintura” y lo terminó de pintar en 1604. En cuanto a la técnica de la obra hay mucha inspiración tomada del italiano Vasari. El tema fue seguramente sugerido al maestro y suegro de Velázquez por Francisco de Medina, preceptor del III Duque de Alcalá, propietario entonces de la Casa de Pilatos, para que fuese moralizante.  Hércules, el único mortal que ascendió al Olimpo, se representa en el panel central. Junto con los paneles laterales viene a hacer referencia a las virtudes precisas para alcanzar la inmortalidad y los vicios que se debían evitar en ese camino a la gloria. 

De entre las numerosas obras de arte que guarda la Casa de Pilatos, residencia sevillana de la Duquesa de Medinaceli, una de las más destacables es el techo pintado por Francisco Pacheco, maestro y suegro de Diego Velázquez, en el salón que originalmente llevaba el nombre de "Camarín Grande" y ahora se denomina "Salón Pacheco" []. Se trata de una estancia larga y estrecha construida para el (3º) Duque de Alcalá, junto a otras adyacentes, por el arquitecto Juan de Oviedo en el primer decenio del siglo XVII y está cubierta con un techo plano formado por un armazón de madera en el que se insertan lienzos pintados.


El techo de Pacheco es el segundo ejemplo de este tipo de cubierta que no tenía precedentes en Sevilla; le antecedió en dos años el de la casa del poeta Juan de Arguijo [] y le sucedió muy poco después el del salón principal del Palacio Arzobispal. Tenemos así que entre 1601 y 1610 se realizaron al menos (que sepamos) tres importantes ejemplos de un tipo de techos decorados desconocido hasta entonces en la ciudad y que no volvería a repetirse.

Significativamente, los tres comitentes - el poeta Arguijo, un joven (3º) Duque de Alcalá con su asesor Francisco de Medina y el Cardenal Fernando Niño de Guevara - eran conocidos entre sí y se integraban en el mismo ámbito del Humanismo sevillano. Pero así como los techos de la casa de Juan de Arguijo y del Palacio Arzobispal presentan aún numerosas incógnitas en cuanto autoría y significado, el techo de Pacheco para la Casa de Pilatos resulta ser una de las obras de arte más y mejor documentadas de la historia de España.

El propio pintor se refiere a ella en su tratado Arte de la Pintura; allí afirma que realizó "la obra del camarín del Duque de Alcalá, a temple, que contiene ocho fabulas con grutescos y otros adornos". Mas adelante señala que la comenzó en 1603 tras haberla concertado en mil ducados y que tardó un año en concluirla (está firmada en 1604). Además añade que le aconsejaron el pintor y tratadista Pablo de Céspedes en la técnica, para él desconocida, del temple, y el humanista Francisco de Medina en cuestiones iconográficas. Finalmente apunta que "en nada de esto he usado de cartones del mismo tamaño, sino de debuxos pequeños". De estos bocetos, que debieron ser muchos dada la dificultad de los escorzos se conservan tres en distintas colecciones: uno del panel central con la "Apoteosis de Hércules" y dos de dos de los paneles menores con la "Caída de Faetón" [] y "La Envidia".

Se trata, pues, de una obra excepcionalmente bien documentada y que Pacheco evidentemente consideraba una de sus obras más sobresalientes. Y no era para menos teniendo en cuenta las dificultades que se le presentaban: una pintura de techo que obligaba a composiciones de soto in sú a las que no estaba acostumbrado, con abundantes (aunque muy recatados) desnudos, con una técnica, el temple, que nunca había empleado y sobre temas de la mitología clásica de los que sólo poseía una erudición libresca. Por todo ello, Pacheco obtuvo la ayuda de los miembros de su "Academia", humanistas de fuerte impronta italiana. 
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 HOY 29/03 /16  YA TENEMOS CASI PREPARADO EL BASTIDOR. MIDE 4 X 1'30 METROS 


A continuación unos detalles: 










EXTRAIDO DE LA WEB  http://www.fundacionmedinaceli.org/