jueves, 2 de septiembre de 2021

LAS HILANDERAS. El primer cuadro del Museo de los Pasillos del IES El Majuelo.


CONTENIDO DIDÁCTICO

Este trabajo escolar tiene formato de TAREA. La forma educativa perfecta para conseguir la competencia.
El hecho de producir un objeto como es este cuadro, que se hace público en el Centro escolar de manera permanente, y que obtiene además el respeto de toda la comunidad escolar con el nombre de los alumnos participantes hace que se sientan orgullosos de su trabajo. 

Se trata de un ejercicio de 
APRENDIZAJE COOPERATIVO. 

Qué es aprendizaje cooperativo, cómo lo hemos puesto práctica y qué se consigue con ello.
Se organiza la clase en pequeños grupos mixtos y heterogéneos donde los alumnos trabajan conjuntamente de forma coordinada entre sí. En nuestra práctica colocamos alumnos con mucha destreza junto a alumnos que tienen menos capacidad. Los participantes están estrechamente vinculados, de tal manera que cada uno de ellos sólo puede alcanzar sus objetivos si, y sólo si, los demás consiguen alcanzar los suyos. Han participado todos los alumnos y profesores de 4º de ESO de la Asignatura de EPVA. 

Esta interdependencia es positiva porque cuando los componentes del grupo se percatan que su trabajo está vinculado al de los demás y el éxito en la consecución de sus objetivos depende del trabajo de todos los integrantes del equipo, todos necesitarán de la implicación de los demás. Se produce en los alumnos una responsabilidad individual y grupal basadas en el compromiso y respeto por el otro. 

El alumnado adquiere destrezas interpersonales y de trabajo en grupo. Deben comunicarse, tomar decisiones, resolver conflictos, organizarse y apoyarse entre ellos. Todas estas competencias también serán responsabilidad del docente, promoviendo así una formación integral.

Evaluación grupal. Los alumnos también se hacen responsables del proceso de evaluación. En nuestro caso lo hemos hecho con una parrilla en la que los alumnos se autoevalúan y evalúan a sus compañeros.

Mediante esta metodología fomentamos valores como la tolerancia, el respeto y la igualdad, y la capacidad de reflexión y el sentido crítico. 

CONTENIDO COEDUCATIVO.
El cuadro representa la "Fábula de Aracne". Aracne era la hija de Idmón de Colofón, un tintorero que teñía la lana con púrpura de Tiro. Era famosa en Hipepa (Lidia), donde tenía su taller, por su extraordinaria habilidad para el tejido y el bordado. Las alabanzas que recibía terminaron por subirse a la cabeza de la joven, que acabó tan engreída de su destreza como tejedora que comenzó a afirmar que sus habilidades eran superiores a las de Atenea, la diosa de la sabiduría y la guerra además de la artesanía.​ La diosa se enfadó, dio a la joven Aracne una oportunidad de redimirse. Adoptando la forma de una anciana, advirtió a Aracne que no ofendiese a los dioses. La mortal se burló y propuso un concurso de tejido en el que pudiera demostrar su superioridad. Atenea se quitó el disfraz y el concurso comenzó. Atenea tejió la escena de su victoria sobre Poseidón, que inspiró a los ciudadanos de Atenas para bautizar la ciudad en su honor. Según el relato latino de Ovidio, el tapiz de Aracne representaba veintidós episodios de infidelidades de los dioses disfrazados de animales: Zeus siendo infiel a Hera con Leda, con Europa, con Dánae y con otras. Atenea admitió que la destreza de la joven era perfecta, pero se enfadó mucho por la irrespetuosa elección del motivo.​ Perdiendo finalmente los estribos, la diosa destruyó el tapiz y el telar de Aracne golpeándolos con su lanzadera, y también golpeó en la cabeza a la joven. Aracne, que advirtió su insensatez, quedó embargada por la vergüenza, huyó y acabó por ahorcarse.

Es una historia en la que una mujer protesta por violaciones por parte de los poderosos, y acaba pagándolo.   

Por otro lado Velázquez lo realmente retrata es la representación de mujeres ejerciendo una profesión de tipo industrial en la España del Siglo XVII, con dignidad y profesionalidad. 

DESCRIPCIÓN DEL CUADRO ORIGINAL

Las hilanderas o la fábula de Aracne

1655 - 1660. Óleo sobre lienzo, 220 x 289 cm. 

El cuadro es fruto de dos actuaciones realizadas en épocas diferentes. Velázquez pintó la superficie ocupada por las figuras y el tapiz del fondo, y durante el siglo XVIII se añadieron una ancha banda superior (con el arco y el óculo) y bandas más pequeñas en los extremos derecho, izquierdo e inferior (añadidos que no se aprecian en el actual montaje de la obra). Esas alteraciones han afectado a la lectura del contenido, pues dieron como resultado que la escena que transcurre ante el tapiz se perciba más alejada. En consecuencia, durante mucho tiempo los espectadores del cuadro han visto en él exclusivamente la representación de una escena cotidiana en un taller de tapicería con un primer plano en el que Velázquez representó tareas relacionadas con el hilado y un fondo con unas damas de pie ante un tapiz. En los años treinta y cuarenta del siglo XX, varios críticos e historiadores expresaron su creencia de que la obra, aparentemente costumbrista, tenía un contenido mitológico, y sus sospechas se vieron confirmadas con el descubrimiento del inventario de bienes de don Pedro de Arce, un funcionario del Alcázar. Fue realizado en 1664, y en él se cita una Fábula de Aracne realizada por Velázquez, cuyas medidas no están muy lejos de las del fragmento más antiguo de este cuadro. En él, los elementos principales de esa historia mitológica se encuentran en el espacio del fondo, donde la diosa Palas, armada con casco, discute con Aracne, compitiendo sobre sus respectivas habilidades en el arte de la tapicería. Tras ellas se encuentra un tapiz que reproduce El rapto de Europa que pintó Tiziano para Felipe II (actualmente en Boston, Isabella Stewart Gardner Museum) y que a su vez Rubens copió durante su viaje a Madrid en 1628-1629. Era una de las historias eróticas de Júpiter, padre de Palas, que Aracne había osado tejer y que sirvieron a Palas de excusa para convertirla en araña.

Dada la importancia de la obra y la gran cantidad de personajes, acciones y objetos que incluye, la variedad de interpretaciones que ha recibido es muy elevada, a lo que ha contribuido también el rebuscamiento narrativo de Velázquez, que en vez de situar la escena principal en el primer plano, la ha confinado al fondo. Algunos críticos han leído el cuadro en clave política, y lo han interpretado como un aviso contra la soberbia. El hecho de que uno de los elementos principales del cuadro sea un tapiz, y que éste representa una obra de Tiziano ha propiciado las lecturas en clave histórico-artística. Se ha señalado así, que la obra representa el paso de la materia (el proceso de hilar) a la forma (el tapiz) a través del poder del arte, con lo que estaríamos ante una defensa de la nobleza de la pintura. También se ha llamado la atención sobre el hecho de que Plinio afirmaba que uno de los mayores logros a los que podía aspirar la pintura es la imitación del movimiento, perfectamente lograda en la rueca. Este tipo de lecturas se ven apoyadas por el hecho de que durante el Siglo de Oro, un mitógrafo como Pérez de Moya (cuya obra poseía Velázquez) interpretaba la historia de Aracne como demostración de que el arte siempre es susceptible de avanzar, con lo que a través de una historia mitológica que tiene como clave un tapiz que reproduce un original de Tiziano copiado por Rubens, Velázquez construyó una narración sobre el progreso y la competencia artísticos. La técnica del cuadro invita a situarlo en la última década de la carrera de Velázquez, en la cercanía de obras como Las meninas o Mercurio y Argos, con las que tiene muchos puntos de contacto. Constituye una de las obras más complejas de su autor, y la culminación de su tendencia a crear composiciones sofisticadas y ambiguas desde el punto de vista de su construcción formal y su contenido, que estimulan la participación activa del espectador.