PROYECTO STHENDAL.. Bosquejo 4º. “San Jerónimo”. PRINCIPIO ÉTICOS. FUERZA, SACRIFICIO, SUPERACIÓN.


Bosquejo cuarto. “San Jerónimo” (Primer tercio siglo XVI)
Pietro Torrigiano
Principios éticos. Fuerza, sacrificio, superación
SALA II (Planta baja). Museo de Bellas Artes de Sevilla


APRENDE

  • Escultura en barro cocido, estilo renacentista italiano, por encargo de la comunidad del monasterio de San Jerónimo de Buenavista de Sevilla. Torrigiano sentó un precedente con esta imagen: creó una iconografía de uno de los cuatro grandes padres de la Iglesia (S. IV-V) junto a San Agustín, Gregorio Magno y San Ambrosio. Traductor de la Biblia de griego y hebreo al latín. Para expiar sus pecados (orgullo, sensualidad, mal genio), marchó al desierto sirio de Chalcis donde procuró alcanzar la virtud a través de la mortificación y el sacrificio absoluto.
  • Torrigiano (Florencia, 1472-Sevilla, 1528). Precursor del Renacimiento, de carácter fogoso, violento, apasionado, se dice en una pelea pudo romperle la nariz a Miguel Ángel. Fue procesado por la Inquisición por romper una talla de una Virgen porque no estaba de acuerdo con el pago recibido. ¿Se trasluce su carácter en esta escultura?

REFLEXIONA
  • ¿Qué debemos hacer? ¿Cómo debemos comportarnos en nuestra vida diaria? Esta inquietud es constante en todos los grandes pensadores de la historia. Sócrates, Platón, Aristóteles, Epicuro, la Edad Media, Kant ilustrado, Unamuno, entre otros muchos autores. Casi todos ellos abogaron por un fin último, que eso sí, variaba en función de la interpretación personal. La felicidad, el conocimiento, el placer, el deber, la aceptación de la realidad del hombre, la salvación del alma y gozar de la presencia de Dios…
  • Pensemos en Kant y en Unamuno. Kant desarrolla una ética de la abnegación, del sacrificio, de la beatitud. Y ofrece el siguiente imperativo categórico: “Obra de tal modo que puedas siempre querer que la máxima de tu acción se convierta en una ley universal”. Unamuno sostiene: “Obra de tal modo que merezcas a tu propio juicio y a juicio de los demás la eternidad, que te hagas insustituible, que no merezcas morir”.



AISTHESIS (Deleite) El tiempo del espectador. ¿Cómo se ve una escultura?
  • Tenemos que darle la vuelta para poder admirarla desde todos los ángulos.
  • Pensamos en la escultura como si fuese un cuerpo humano real y petrificado, pero realmente es de barro cocido, pintado.
  • Según cuenta Vasari (un historiador del arte) en la biografía de Torrigiano, el escultor tomó como modelo un viejo criado de los comerciantes florentinos Botti, afincados en Sevilla. Piensa en lo bien que refleja la musculatura.




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